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lunes, 16 de agosto de 2010

La utopía de la vivienda


O dicho de otra forma el acceso universal a una vivienda, que es una utopía pero no debe de dejar de ser una lucha para una victoria lograr.

Dice Julio Anguita que hace muchos años el hecho de que un ciudadano que viviera en este país se beneficiase de una sanidad pública y de calidad, era una utopía. Hoy en día lo que hace algún tiempo era impensable es una realidad, todos tenemos un equipo médico adjudicado y unos derechos adquiridos como pacientes.

Me pregunta el amigo Manuel Caballero sobre este tema tal como suena, la vivienda y su acceso, y yo desde mi prisma particular opino.

La utopía es un bien que defiende la gente de bien, pues miran hacia adelante con el progreso social en el punto de mira y sobre todo como punto de lucha infranqueable.

El acceso a la vivienda como un bien social debe de producirse cuando las viviendas sean un bien público y no privado, y para ser un bien público no debe de poseer siquiera una participación privada, ni siquiera en el préstamo hipotecario.

Si un gobierno con banca pública y dos huevos bien puestos que bordeen a las constructoras y las bancas, un buen gobierno que desamortice los terrenos especulados, que vea como necesidad la construcción de viviendas, que construya viviendas para esos obreros que a su vez están trabajando en esas construcciones, que convierta esta sociedad en una cooperativa, donde todos producimos, donde todos trabajamos y donde todos aportamos, tendremos una sociedad a donde todos constituyen una parte importante para la sociedad. Sociedad que deja de ser social cuando uno solo de sus elementos deja de ser parte, para convertirse en sociedad capitalista, y beneficios particulares o empresariales.

Vivir en comunidad y acceder a estos repartos equitativos siempre y cuando también seamos parte productora en algún modo sonará utópico pero no irreal. Pues los trabajadores al ser el bien mas preciado en toda su amplitud, la vivienda será una parte más de tal beneficio.

Pero la contradicción reside en que la mayor parte de nuestra sociedad son o somos trabajadores, y preferimos pagar a un empresario o a un banco tres o cuatro veces el valor de un piso, beneficiarlos con un préstamo hipotecario, antes de luchar por una sociedad justa en pro de nosotros. Y hoy viendo el panorama político, muy pocas políticas serán capaces de luchar por esta sociedad en pro del proletariado, pues los grandes capitales, disfrazados de hermanitas de la caridad, tienen a los políticos cogidos por los huevos, y solo consentirán una pequeña aportación social, mientras que se urbanizan a lo grande, residenciales y urbanizaciones en detrimento de viviendas para la mayor masa social de este país, que son los trabajadores.

Así que, yo si creo en el acceso universal de la vivienda para la sociedad, pero opino que para ello solo hace falta una cosa, que los políticos también lo crean y así lo hagan.

Salud y libertad

2 comentarios:

Manuel Caballero dijo...

Ante todo darte las gracias por el articulo y por tu reflexionada opinión; ya que cuando hay un problema al menos hay que aportar una
posible solución,para que el problema no se nos agrande.
Cuando los padres de la revolución francesa "los ilustrados" mantenían entre otras cosas la razón del individuo,la igualdad y el sufragio universal base de nuestra actual democracia,algo que todos nuestros políticos han estudiado a bien seguro; pues yo les diría que no se han "ilustrado bien" queridos señores.Cientos de años después seguimos sufrimos injusticias exponenciales, porque ya no nos falta el "saber" sino el "hacer".
Tómese como critica constructiva.

Suspirito Azul dijo...

Completamente de acuerdo pero, ahí está el dilema "hacer o no hacer" del dicho al hecho hay mucho trecho, y la mayoría esperan que se lo den todo hecho.