El mejor regalo de Comunión de mi hija Laura

Mi hija no para de ser una enseñanza constante, cada día aprendo de ella y cada día me deja mas anonadado. No es la más estudiosa, no posee ningún don ni cualidad superficial, pero tiene un corazón que no le cabe en su caja torácica.

Y mira que le gustó su traje blanco como la sal que le regaló su bisabuela, los dineritos que recolectó por parte de sus familiares, la muñeca que tanto ansiaba de una de sus titas, la muñeca Nancy vestida de comunión que le dio su hermano, o el portátil y el viaje a Madrid que vamos a hacer inmediatamente para visitar el parque Warner. Mira que la luz que desprende su mirada al ver todos estos presentes la delatan de lo feliz que ella es y lo feliz que somos los que la queremos pues todo esto es poco por el cariño que muestra y mostró el pasado día 16 de mayo cual día de Reyes.

Pero no es motivo todo esto para que ella y con su boca grande nos dijera el mismo día de su primera Comunión, que el mejor regalo lo tuvo el día anterior. El nacimiento de su prima Ana la tiene loca, no para de hablar de ella, no para de hacer montajes en su portátil con las fotos de esta recién llegada a la vida. Su nueva prima ha eclipsado y para mi es un orgullo todo lo material.

Y es por eso por lo que yo digo que mis hijos, y en este caso mi hija en concreto está por encima de todo y de todos, porque reitero tiene un corazón que no le cabe en el cuerpo, y esto es motivo para que cuando alguien la ignora, la ningunea, o la desprecia me duele como si me pegaran cuatro puñaladas en los ojos, porque mi hija es mucho mas que un libro, una muñeca, un portátil o un viaje. Mi hija es mi cielo y vale más que todas las fuentes de Roma.

Salud y libertad