El velatorio de Lady Di

Mi estimado amigo Julio que junto con su hermano Tino, regentan el bar “El primero de Comillas” situado en la Alameda, al ladito justo de la Iglesia del Carmen. El cual aprovecho y recomiendo pues independientemente de que sus dueños son unos tíos de puta madre, es un lugar adonde se tapea de escándalo. (Yo recomiendo el rollito de Filete, relleno de champiñones, queso y albahaca, con papas fritas, está para chuparse los dedos).

A continuación relato una historia que es de las mas puras cosas de Cádiz, la cual el ya escribió en un lugar de la red, y que aprovecho para dar, con su pertinente permiso, difusión en este blog.

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Aquel día del 31 de Agosto de 1997, domingo, se despertó el mundo con la trágica noticia de la muerte de Lady Di en un desgraciado accidente de tráfico ocurrido en un túnel por las calles de París. A partir de entonces desapareció el personaje y nació el mito. Fue una jornada que, estuvieras donde estuvieras, no se hablaba de otra cosa. En la playa...Lady Di. En los bares...Lady Di. En misa...LADY DI.

Los comentarios eran de incredulidad primero, pasando por la consternación, sospecha de conspiración, hasta llegar a un hastío que, ya pasado gran parte del día, se empezaron a fabricar los primeros chistes sobre el tema.

Ese mismo día y ya por la noche se entregaban en el Baluarte de la Candelaria los premios del Campeonato de España de Voley-playa que patrocinaba una conocida marca de whisky. Para la ocasión montaron una decoración exterior que consistía en una alfombra amarilla que atravesaba la explanada del Baluarte hasta llegar a la misma entrada de éste. La estrecha moqueta tenía a ambos lados y a todo lo largo una serie de enormes velas encendidas, también en tonos amarillos. Esta decoración junto a que, para la ocasión, apagaron el alumbrado público, le confería al entorno un aspecto impactante.

Un policía local que velaba por la seguridad del evento en determinado momento ve venir a cierta distancia a un matrimonio sexagenario. La pareja parecía estar discutiendo sobre algo, ya que gesticulaban al hablar, sobre todo ella. Cuando llegan a la altura del policía el matrimonio se acerca como para preguntarle algo. -Perdone agente, buenas noches...-dice el marido-, ¿qué es lo que hay aquí? -Buenas noches...sí, mire...este es el velatorio de Lady Di.- Dijo el agente muy serio. La señora soltó a su marido del brazo, quiso sonreír levemente al agente por la información en señal de agradecimiento, y volvió la cara hacia su marido diciéndole airadamente:

-Lo ves, ¡te lo dije! ¡¡¡Te lo dije!!! El marido perplejo por lo que le había confirmado el agente y por la bronca que le echaba su mujer no le quedó más remedio que continuar el camino, olvidándose de agradecer la información, y aguantando el monumental chaparrón de la parienta...

-No...Si tú lo sabes tó y yo no sé ná...Po toma -, martirizaba la señora al marido, mientras se alejaban del policía local.

El guardia, al ver la que le estaba cayendo al pobre señor, corrió a darles alcance y les explicó la verdadera causa de aquel montaje, pidiéndoles disculpas por la broma que les había gastado. La señora calló su boca y su paciente marido, entornando los ojos y mirándola de reojo le dijo con voz cansina:

- ¡Ay!, Lady Di, Lady Di... Verídico.

Salud y libertad.