Paco se resiste, su negocio ya no es como era, y no es por su carácter amable, si no por que los tiempos van cambiando y el lo nota mas que nadie.
Lejos quedan los desayunos de los numerosos jardineros que cada jornada a las diez, acudían a tomarse su bocadillo con su vasito de vino o cerveza. Lejos queda las partidas al chichi moni a las doce, cuando de extranjis se reunían allí los obreros para, y que sin el encargado se diera cuenta, intentar sacar la convidá al desafortunado perdedor.
Paco y su señora aun regentan este escueto bar almacén en la misma calle Hércules esquina con Navas. El ocho, es el nombre de la taberna que esconde la tienda de ultramarinos como si se tratara de un escondrijo de trabajadores.
Paco sabe de sus vecinos, sabe de sus gentes, lloró como nadie la muerte de Jesús Monzón y de su hijo Selu, es el padre del pianista Sergio Monroy y el culpable de su “chicuco”.
Paco es gaditano y almacenero, su tienda esconde el embrujo de tantas risas, de tantos momentos buenos y de tantas penurias de su barrio. Paco Monroy, para quien no lo conozca, es alguien con quien se puede hablar y con quien se puede callar, pues posee el don de las buenas gentes.
Paco de Cádiz y del barrio del Mentidero.
Salud y libertad.
Lejos quedan los desayunos de los numerosos jardineros que cada jornada a las diez, acudían a tomarse su bocadillo con su vasito de vino o cerveza. Lejos queda las partidas al chichi moni a las doce, cuando de extranjis se reunían allí los obreros para, y que sin el encargado se diera cuenta, intentar sacar la convidá al desafortunado perdedor.
Paco y su señora aun regentan este escueto bar almacén en la misma calle Hércules esquina con Navas. El ocho, es el nombre de la taberna que esconde la tienda de ultramarinos como si se tratara de un escondrijo de trabajadores.
Paco sabe de sus vecinos, sabe de sus gentes, lloró como nadie la muerte de Jesús Monzón y de su hijo Selu, es el padre del pianista Sergio Monroy y el culpable de su “chicuco”.
Paco es gaditano y almacenero, su tienda esconde el embrujo de tantas risas, de tantos momentos buenos y de tantas penurias de su barrio. Paco Monroy, para quien no lo conozca, es alguien con quien se puede hablar y con quien se puede callar, pues posee el don de las buenas gentes.
Paco de Cádiz y del barrio del Mentidero.
Salud y libertad.
3 comentarios:
Gracias por tus palabras Paco, de parte de mis hermanos y de mis propios Padres, que aun sin leerlo todabia ya te están agradecidos, y es que así es el carácter de ellos dos, y es que son los pequeños detalles lo que a ellos les hace grandes, gracias Paco.
Sergio Monroy
Un grande de la calle hercules como muchos mas de esta calle y del barrio del mentidero yo que he trabajado con el puedo decir y digo que es un gran hombre y su mujer mari una gran señora a mi que el me llamaba el pobre jajajaja que arte tenia cuando me lo decia, ole por el , señores y señoras es todo un grande del barrio del mentidero.
Paco, Mai, como dice vuestro nuevo pequeño vecino Javier, esta crisis pasará, y aunque somos nuevos, os apreciamos ya como si llevásemos toda la vida. Ánimo: la crisis pasará. Enhorabuena por seguir ahí: auténtico..........
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