Cuando
se habla de la divina enfermera es para nombrar una imagen de una virgen
gloriosa sevillana, imagen cuya advocación es la de Ntra. Sra. De la Esperanza. Este
sobrenombre es porque Ésta estuvo en tiempos siendo titular de un
hospital en la ciudad hispalense.
Y
Ludivina es mi hermana de mi alma, la única mujer de todos los hermanos y es la
que me precede en edad. Ella es la divina enfermera de mi familia, ella es la
que diariamente se traslada a la casa de mi abuela y se encarga de inyectarle sus inyecciones en la
barriga debido a los problemas que con la edad posee la mayor de la familia.
Ludi o Marilú es la que sabe y conoce toda la medicación que debe de
administrarse a mi padre por sus achaques y por sus males. Ella es la que está
al corriente junto a mi madre de las citas y de los numerosos informes médicos
del “cabeza de familia”. Padre que por causas naturales y normales padece de algunos
achaques que lo han llevado a visitar el Puerta del mar en varias ocasiones.
Será la
madrina de mi nueva sobrinita que llegará en febrero como el carnaval y es la
camarera del bar El Carrusel, de Cádiz
Fue la
que todas las tardes durante un mes estuvo a mi lado cuando estuve ingresado,
era la que me llevaba mi menta poleo que me compraba en la cafetería del hospital.
Es nuestra
divina enfermera y es todo un pilar de la que todos estamos orgullosos, ella
está por encima de todo y está a la altura de lo mejor…….María Ludivina
Rodríguez Pérez, es para mi orgullo ¡¡¡¡¡mi hermana!!!!!.
Salud y
libertad
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