Para
poner en corriente esta denuncia pública diré que mi padre, con mas de 70 años
sobre sus espaldas tuvo que ser hospitalizado debido a un Ictus,
lamentablemente no era el primero, aunque si el que mas secuela le ha dejado.
Tras pasar por el Puerta del mar durante un par de semanas ingresado, lo
derivaron a San Rafael, debo de decir que el grupo de profesionales de ambos
hospitales tuvieron un trato correcto y profesional con mi padre, aunque en
este último sintiéramos que eran mas afectivos y humanos con él.
Tras
darles el alta acuden a casa de mi padre un grupo de rehabilitadores durante
unos días, que consiguen que mi padre avance en fuerza y movimientos generales
algo que creíamos imposible, pues lo notábamos muy mermado. Pero otro gran
problema es el habla, él se nos comunicas por señas y para él sicológicamente
es algo que le deprime y se le nota tristeza pues está en sus cincos sentidos,
pero no puede hablar y por eso se solicitó que lo tratara un logopeda.
De
buenas a primeras mi madre recibe una llamada del Puerta del mar, comunicando
que el día 22 de enero tenía que ir mi padre a las 14.30 a la consulta en
rehabilitación del mencionado hospital. De seguida mi hermana fue allí y
comunicó que él no está en capacidad de bajar escalones por lo que desde allí
mismo le dicen que irá a recogerlo una ambulancia para su traslado.
El caso
es que teniendo la cita a las 14.30 media hora antes no había llegado la
ambulancia y se llama, y dicen que si, que ya deben de estar al llegar, que la
ambulancia tiene recogido en los partes ese traslado y también para el día
siguiente.
A las
15.00 hrs. Se vuelve a llamar y por lo visto la oficina estaba cerrada y
saltaba a las llamadas a un fax, y todo
esto con un señor con un ictus, al que cualquier movimiento para él es un
trabajo sentado a la espera de que llegara el servicio de ambulancias que se
supone estaba programado. El fin de esto fue que mi propio padre en su forma de
comunicación pidió acostarse, sobre las cinco de la tarde.
No se
si los culpables de esta descoordinación es del Puerta del Mar, del Sas, del
servicio de ambulancias, de quien fuera. Lo que si se que bastante penurias
pasan los enfermos, sobre todo cuando necesitan una atención sanitaria específica e importante, para que tomen a los
ciudadanos como números de una tarjeta sanitaria, y no como lo que
verdaderamente son, personas que tienen o “tenían” unos derechos a la atención
médica, o simplemente quieren que vayan al especialista de turno privado por
unos intereses ocultos que es lo que la sociedad está interpretando por tales
anomalías.
(publicado en cartas al director en el Diario de Cadiz de fecha 27.01.14 en su edición impresa)
Salud y libertad
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