No voy
a negar que existe esta figura, aunque se de muchos casos que son provocadas por
situaciones adversas o situaciones encontradas que conllevan a tener que dejar
de ser participe en el contacto de un padre con sus hijos tras un divorcio o
separación.
Yo
conozco casos de padres divorciados a los que sus propios hijos han sido
separado de su padre, teniendo el contacto justo y necesario de las visitas esporádicas, y
asumiendo religiosamente los gastos de
pensión alimenticia y los regulados en el convenio de Divorcio. Pero su convivencia
queda limitada debido que los chiquillos han estados recibiendo una
información negativa sobre su padre, no
es que lo odien, sino que han perdido la confianza en él.
A su
vez otro caso del que aunque también haya padecido su hijo esas informaciones negativas
del entorno maternal, el propio padre se resigna y literalmente dice “Yo ya no
tengo hijo” sin asumir ni familiarmente sus responsabilidades ni por supuesto
las económicas, por lo que hace creer la veracidad de la versión de la madre o
de su entorno
En
ambos casos son totalmente bajo mi punto de vista “padres irresponsables”, que
aunque al primero cree que no le queda otra que solo ir a verlos, sin disfrutar con sus
presencias ni fines de semanas o unas pequeñas vacaciones, es algo que opino que
debe de luchar para conseguir y recuperar la confianza de sus hijos, y más teniendo
vivienda adecuada. En cambio el segundo caso es totalmente censurable, el
simple aceptar el no ser padre de su hijo es un acto que no merece el titulo ni
de “yo una vez fui padre”
.
También
existe el caso muy común de padres que tras su ruptura matrimonial y tener que
abandonar su casa, que es su propiedad, se ven abocados bien a irse con sus
padres o pagarse una habitación como si fuera un estudiante. Este caso que no
es culpa suya, conlleva a que no pueda dar ese cobijo a sus hijos en lo que se
refiere a las convivencias semanales o vacacionales, como mucho quizás alguna
pequeña escapada estival y poco mas, pues reitero no puede dar la comodidad ni
la intimidad a sus propios hijos, limitándose eso si al sostenimiento económico
regulado. Este caso yo lo considero imperativo de la vida, que le toco el
perder todo. Tampoco es justo tildarle padre irresponsable.
Y el
caso del que consigue ir saliendo poco a poco del trance económico negativo, aun superando zancadillas. que se someten ante este paso. Que busca un pequeño recoveco con unas
condiciones mínimas, incluso hasta incomodas, pero que el propósito es que sus
hijos convivan los días que hasta que ellos quieran con su padre, aconsejarlos y explicarles sus dudas, dialogar con ellos, educarlos, que le da mil
vueltas a su sueldo para sufragar los gastos normales tanto los propios, como la pensión por hijo para sufragar sus gastos,
ropas, comidas, su hipoteca si la tiene, seguros etc, etc… y que a su vez paga
religiosamente los gastos extraordinarios que le puedan venir tales como ópticos, dentales o el material escolar.
Este
último caso es el que lucha por ellos y solo para ellos, más allá de su propia
situación económica. Y es por eso por lo que viendo y conociendo otras
situaciones de Padres “separtados” este último me parece injusto que se le dé
el sobrenombre de padre irresponsable, no sé, ahí lo dejo.
Salud y
Libertad
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