http://jardinauta.blogspot.com/2008/10/la-unin-hace-la-fuerza-i.html
Segunda parte:
http://jardinauta.blogspot.com/2008/10/la-unin-hace-la-fuerza-la-batalla.html
Continuación:
Se colocó el pertinente letrero de se vende, el cual nos alegró pues era el final de esta historia de locos. Era tanta la impaciencia final que hasta un día fui al Cambalache a poner un anuncio de se vende piso, con el numero del movil del gordo que yo ya había conseguido a través de uno de mis vecinos. Llamé cuando se publicó en la revista y le pregunté. Me dijo que el precio era unos veinticinco millones de las antiguas pesetas, le pregunte cual era el motivo de la venta y solo me dijo porque se tenían que ir a Cádiz, pero me dijo que para efectuar la compra lo tenía que hacer a través de una agencia que tenía la exclusividad.
Yo le preguntaba a los chavales de la inmobiliaria de cómo iba la venta, me decían que el piso no era caro para venderse, pero era todo un dilema ir a enseñarlo. Que si siempre se estaban peleando en presencia de los posibles compradores, que si todo tirado por el suelo, los restos de comida en la mesa, los inmensos tangas de las niñas tendidos en la terraza…. un caso. El final fue que hubo un intermediario que compró la casa para a posteriori vendérsela a mis queridos vecinos que ahora habitan afortunadamente en esa vivienda.
Los vecinos habíamos quedado en brindar con champán del mercadona el día que se fueran, al cual nosotros nos comprometimos a comprar las botellas. Nos la tomamos al día siguiente por la mañana que era sábado brindando por la unidad, la fuerza y la solidaridad.
Se tuvieron que ir por la puerta trasera, y se a ciencia cierta que se fueron a un piso alquilado, concretamente arriba de la cuchillería Serafín en la calle compañía de Cádiz, y lo se porque los vi asomados un lunes santo viendo una procesión. Como casualmente Serafín es amigo mío desde chico y el vive arriba, fui y le pregunté por sus nuevos vecinos, me dijo ¡Paco tu no sabes lo que estoy pasando! Me reí por no llorar y le conté la historia, la suya venía hacer como la mía pero solo de un mes de duración. Me dijo que el piso era de su tío, que tenía un contrato de dos meses esperando que le iban a entregar otra casa por el barrio de Santa María, y este me dijo que pase lo que pase a estos no le prorrogan ni un solo día mas, cosa lógica y comprensible.
Y ya de lo último que tuve constancia de estos fue como a una vecina del bloque una amiga le empezó a contar historias de unos nuevos inquilinos de su casa en Cádiz que se parecián a la nuestra, de como se había enterado que habían sido echado de San Fernando por lo mismo, y se lo contaba a mi vecina sin saber nada, a lo que mi vecina le respondió que sin duda se trataban de los gordos del sexto a, y le recomendó lo mismo que hicimos nosotros.
Salud y libertad
Yo le preguntaba a los chavales de la inmobiliaria de cómo iba la venta, me decían que el piso no era caro para venderse, pero era todo un dilema ir a enseñarlo. Que si siempre se estaban peleando en presencia de los posibles compradores, que si todo tirado por el suelo, los restos de comida en la mesa, los inmensos tangas de las niñas tendidos en la terraza…. un caso. El final fue que hubo un intermediario que compró la casa para a posteriori vendérsela a mis queridos vecinos que ahora habitan afortunadamente en esa vivienda.
Los vecinos habíamos quedado en brindar con champán del mercadona el día que se fueran, al cual nosotros nos comprometimos a comprar las botellas. Nos la tomamos al día siguiente por la mañana que era sábado brindando por la unidad, la fuerza y la solidaridad.
Se tuvieron que ir por la puerta trasera, y se a ciencia cierta que se fueron a un piso alquilado, concretamente arriba de la cuchillería Serafín en la calle compañía de Cádiz, y lo se porque los vi asomados un lunes santo viendo una procesión. Como casualmente Serafín es amigo mío desde chico y el vive arriba, fui y le pregunté por sus nuevos vecinos, me dijo ¡Paco tu no sabes lo que estoy pasando! Me reí por no llorar y le conté la historia, la suya venía hacer como la mía pero solo de un mes de duración. Me dijo que el piso era de su tío, que tenía un contrato de dos meses esperando que le iban a entregar otra casa por el barrio de Santa María, y este me dijo que pase lo que pase a estos no le prorrogan ni un solo día mas, cosa lógica y comprensible.
Y ya de lo último que tuve constancia de estos fue como a una vecina del bloque una amiga le empezó a contar historias de unos nuevos inquilinos de su casa en Cádiz que se parecián a la nuestra, de como se había enterado que habían sido echado de San Fernando por lo mismo, y se lo contaba a mi vecina sin saber nada, a lo que mi vecina le respondió que sin duda se trataban de los gordos del sexto a, y le recomendó lo mismo que hicimos nosotros.
Salud y libertad
8 comentarios:
Ni un guión de Hollywood hubiera narrado mejor lo acontecido con tus vecinos los "gordos". Es triste pero cierto. Hay gente que no sabe convivir en vecindad y sólo hacen "joder la marrana". Tengo yo el caso de unos inquilinos que tuvo mi hermana en un piso de Sevilla que, si algún día le hecho paciencia, te contaré en mi blog (creo que con 3 capítulos me quedaré corto). Enhorabuena, aunque sea depues de algún tiempo, por haber conseguido la unión de todos contra los "gordos", cosa que hoy día resulta complicado conseguir en esta sociedad tan individualista. Saludos
Joé quillo, estás que te sales, qué creatividad picha..., a ver si me pongo al día...
un abrazote
Muy bueno. Desgaciadamente es real. En una comunidad cercana a la mía soportan a una familia a la que llaman en todo el barrio "los pincharuedas"
LLegó un vecino nuevo, de Sabiñánigo, donde dicen las estadísticas que está la mayor estatura media de España. Un armario de 3 cuerpos con altillo y doble fondo.
Al cabo de un mes, al cabeza de familia de los pincharuedas ya le llamaban el morroinchao.
Ya se sabe que, a falta de pan, buenas son tortas. De cualquier tipo.
Saludos.
Muy bueno. Desgaciadamente es real. En una comunidad cercana a la mía soportan a una familia a la que llaman en todo el barrio "los pincharuedas"
LLegó un vecino nuevo, de Sabiñánigo, donde dicen las estadísticas que está la mayor estatura media de España. Un armario de 3 cuerpos con altillo y doble fondo.
Al cabo de un mes, al cabeza de familia de los pincharuedas ya le llamaban el morroinchao.
Ya se sabe que, a falta de pan, buenas son tortas. De cualquier tipo.
Saludos.
Felicidades Paco por conseguir libraros de semejantes engendros. Ya me puse al día leyéndote después de las vacaciones.
Seguiré por aquí. Hasta otra.
Marisa-Gadisoletana
Historias de éstas, por desgracia hay bastantes. Por mi parte, que estoy estudiando fuera, es muy común que en algún bloque siempre haya quejas por los típicos que se creen que en el bloque sólo viven ellos.
Aunque, "se supone", que si con un par de avisos del casero no cambian de actitud, pueden ir a la calle más fácil.
Un saludo.
Bueno esto como bien se ha dicho podía ser argumento de una pelicula, todo esto se consiguió por la unidad contra ellos, fue gracias a los vecinos, algunos mas y otros menos, pero de la comunidad.
Alegrándome Paco por el desenlace. Vaya una odisea han tenido que vivir.
Un abrazo.
Publicar un comentario