Un tema delicado

El tema del aborto, un tema escabroso, un tema muy delicado que debemos de tomar como lo que es. El hacer demagogia sobre ello, el aprovecharnos de situaciones personales y extrapolarlos para nuestra finalidad socio/política religiosa, es vender humo, es sacar tajada y no ofrecer nada cambio.

Yo, que me considero creyente religiosamente hablando, me considero ante todo realista convencido. Se que un aborto aborta la vida de un ser humano, en esto no hay dudas. Pero a su vez también se que hay situaciones que si esa mujer no aborta, la vida que mata es la suya.

No creo en el eslogan de “Nosotras parimos nosotras decidimos”. Y no creo porque la pareja también tendrá algo que decir ¿o no? Se de un caso de un amigote mío que preñó a su novia cuando ambos eran casi dos niños. La susodicha desoyendo a su novio interrumpió unilateralmente su embarazo. Y el cuando se enteró no tuvo derecho a nada, todo fue tan rápido que se quedó sin novia, sin hijo y con toda la cara partida.

Este tema no debe de ser personal, aunque como en el caso anterior, a priori no hay padre, pues ella negó esa figura para salirse con la suya.

Es un tema muy delicado que solo debemos de regirnos a las leyes, para bien o para mal son las leyes del pueblo físico, son las decididas por la ciudadanía debatidas por nuestros representantes, y solo debemos de pedir que se cumpla la legalidad.

Ojalá tuviera yo dinero o tuviera la capacidad de Santa Teresa de Calcuta y poder decir como dijo en la india, “dármelos todos a mi” y los cogía, eso si es ser responsable, esa es la verdadera voz de la iglesia. El ponerse en contra sin aportar soluciones, es como ya he dicho antes vender humo. Cuando alguna institución pide un cambio de gestión, o en este caso un no al aborto, debe de decir como se debe de hacer, dar verdaderas soluciones a una madre violada cuando nazca su hijo fruto de la violencia y no del amor, o que debe de hacer esa joven madre que corta su vida con un embarazo no deseado, o incluso que debe de hacer una familia cuando los sumandos ahoguen tanto que luego en vida sean restandos………….. Todo esto es muy complicado decir en un blog.

La maternidad y paternidad debe de ser responsable, los padres debemos de saber hasta donde podemos llegar para dar una vida digna a un hijo. Bendito quien pueda disfrutar de muchos hijos, pues esto es la verdadera alegría de la casa, pero quien no pueda dar una vida con unos mínimos, quien tenga verdaderos problemas, solo son ellos los que deben de decidir siempre ajustándose a la ley. Que luego resulta que yo que me posiciono en contra, cierro mi puerta ante el mendigo, o ante el niño que pide ayuda en la puerta de las iglesias.

Salud y Libertad