Que cierto es que nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena, mientras que nos vienen bien son unos tíos la mar de solidarios, otras veces, unos peseteros.
Que bueno es el comparsista que actúa en la gala de la solidaridad y que malo es cuando no asiste, bien porque no le apetezca o bien porque tenga otros compromisos. En Cádiz algunas veces nos creemos que las agrupaciones están al servicio pleno de los ciudadanos, si no van a la cabalgata peseteros, si no cantan en la esquina peseteros, y si cantan hasta lo podemos tachar de oportunistas porque lo único que quieren es vender los libretos y los “compasdís” antes que la gente se los baje del emule.
Pero esto no significan que no acudan ante la llamada de la solidaridad siempre hay alguna agrupación disponible, aunque lo hagan por puro compromiso siempre está ahí el mundo del carnaval. Están todos, está el odiado, el querido, el deseado, el frustrado, el aprendiz, el maestro.
Siempre estarán cuándo verdaderamente puedan, siempre habrá alguna, lo malo es la caradura que después de esto solo tenga palabra de desprecios al carnaval y que tilde de pesetero a la agrupación que acude a un suculento contrato que le reporta buenos beneficios, y por ende no puede asistir a ese compromiso. Incluso ante estos desprecios, siempre en cualquier acto benéfico de la ciudad, siempre hay algo relacionado con el carnaval.
Hasta el Jurado del concurso de agrupaciones, una vez y como prueba de apoyo a unos trabajadores municipales mostró su solidaridad dando el veredicto a la fase de semifinal sentados sobre las tablas del teatro. El carnaval y su mundo, es punto y aparte.
Salud y libertad
Que bueno es el comparsista que actúa en la gala de la solidaridad y que malo es cuando no asiste, bien porque no le apetezca o bien porque tenga otros compromisos. En Cádiz algunas veces nos creemos que las agrupaciones están al servicio pleno de los ciudadanos, si no van a la cabalgata peseteros, si no cantan en la esquina peseteros, y si cantan hasta lo podemos tachar de oportunistas porque lo único que quieren es vender los libretos y los “compasdís” antes que la gente se los baje del emule.
Pero esto no significan que no acudan ante la llamada de la solidaridad siempre hay alguna agrupación disponible, aunque lo hagan por puro compromiso siempre está ahí el mundo del carnaval. Están todos, está el odiado, el querido, el deseado, el frustrado, el aprendiz, el maestro.
Siempre estarán cuándo verdaderamente puedan, siempre habrá alguna, lo malo es la caradura que después de esto solo tenga palabra de desprecios al carnaval y que tilde de pesetero a la agrupación que acude a un suculento contrato que le reporta buenos beneficios, y por ende no puede asistir a ese compromiso. Incluso ante estos desprecios, siempre en cualquier acto benéfico de la ciudad, siempre hay algo relacionado con el carnaval.
Hasta el Jurado del concurso de agrupaciones, una vez y como prueba de apoyo a unos trabajadores municipales mostró su solidaridad dando el veredicto a la fase de semifinal sentados sobre las tablas del teatro. El carnaval y su mundo, es punto y aparte.
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