la verdad que compartir el sufrimiento de una persona puede
parecer una frivolidad, incluso se puede considerar que roza el mal gusto el
hacerlo, pero cuando el señor José Antonio Arrabal se grabó su final a modo de
libertad, es porque quiere hacer una llamada a la sociedad de la necesidad que
algunas personas requieren de poner su propio punto final, o punto y seguido,
quien sabe, a su paso por el mundo y la vida que le tocó vivir.
El fin a su vida la puso y la eligió este señor en cuestión tras haberse negado el
parlamento a legalizar la Eutanasia, es curioso que si se pueda cortar la vida
de una futura persona, y no acabar con la propia, es una incongruencia como
tantas tenemos en este bendito país, pero no es sobre el aborto lo que quiero
tratar, sino el auto aborto de la propia vida de las personas, cuando ellas
mismas lo deseen.
Pero yo no quiero culpar a La Iglesia de que no se aprueben
estas leyes, es mas lo veo normal, pero eso son leyes divinas encaminadas a una
parte de la sociedad, la religiosa, y si a los políticos que se dejan
influenciar por la propia no separando la realidad de Iglesia/Estado en las
decisiones sobre la/nuestra sociedad.
No es cobardía el dejar de malvivir, es mas creo que es algo
super meditado, que incluso hasta el creyente y hasta el no creyente se
encomendarían a Dios antes de culminar su adiós a la vida y si Dios es amor, lo
comprenderá, antes de pulsar el botón de Off.
Esperemos que de una vez por todas los políticos se bajen
del púlpito o del altar y se acerquen a la voz de la gente, a la voz de los
necesitados, que es muy fácil y además muy egoísta, votar en contra del
bienestar de la ciudadanía, por imperativo personal de su Fe, mientras la
realidad social se muere con sufrimiento y dolor, pudiéndose evitar este dolor
definitivamente
Salud y libertad
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