Juan Pérez Brenes o Juanito como le conocíamos en la barriada. Querido por su carácter cordial, su forma de sobrellevar sus desdichas que no eran pocas que junto a su simpatía, lo hacían ser una de las personas más conocidas y queridas de la barriada del Buen Pastor, o como vulgarmente se conoce como el cobreros viejo.
Juanito era Conileño, pero su vida siempre ha estado atado a la ciudad de San Fernando, viudo y con dos hijos a su cargo ambos eran su razón de vivir. Tenía grandes problemas al que sus vecinos y sobre todos sus amigos les aportaban grandes soluciones, desde un simple palabra de aliento hasta muchas aportaciones desinteresadas o soluciones burocráticas.
Juanito vivía porque el sabía que tenía que hacerlo, cuando sus achaques le obligaban a permanecer hospitalizado a la primera de cambio se vestía y se marchaba de la habitación. No podía vivir sin saber nada de sus hijos, pues ellos dependían muy mucho de él.
Todos tenemos algo que nos recuerda a él, particularmente cada vez que me veía siempre me cantaba la canción “camino de Sevilla, Paco Paco…” o me saludaba “Hola, o adiós mi alma”. En la Cafetería San Lorenzo siempre entraba pidiendo su ginebra, ginebra que no era otra cosa que un vaso de agua, o un cafélito. Juanito, repito era muy querido en toda la zona y en esta cafetería tenía muchos y buenos amigos.
Juanito falleció y no dejó a nadie indiferente, el bicho terminó con su vida de la manera más cruel, poquito a poco y con conocimiento de causa. Todos nos preguntamos por sus hijos el día que falleció, todos nos hicimos esa pregunta porque todos sabíamos la situación de ambos, los cuales viven en una residencia supongo que bien amparado por su padre.
Hoy es tu Santo Juanito, y yo quiero ser la última voz que te felicite por ello. Antes existen muchos Iñakis, Piolines, Juanes, Julios, Ramones, Carlos, Manolos, etc….Y un mas que numeroso ejercito de amigos que aun te recuerdan, y que seguro no te olvidan.
¡¡Felicidades “miarma”!!.
Salud y libertad
Juanito era Conileño, pero su vida siempre ha estado atado a la ciudad de San Fernando, viudo y con dos hijos a su cargo ambos eran su razón de vivir. Tenía grandes problemas al que sus vecinos y sobre todos sus amigos les aportaban grandes soluciones, desde un simple palabra de aliento hasta muchas aportaciones desinteresadas o soluciones burocráticas.
Juanito vivía porque el sabía que tenía que hacerlo, cuando sus achaques le obligaban a permanecer hospitalizado a la primera de cambio se vestía y se marchaba de la habitación. No podía vivir sin saber nada de sus hijos, pues ellos dependían muy mucho de él.
Todos tenemos algo que nos recuerda a él, particularmente cada vez que me veía siempre me cantaba la canción “camino de Sevilla, Paco Paco…” o me saludaba “Hola, o adiós mi alma”. En la Cafetería San Lorenzo siempre entraba pidiendo su ginebra, ginebra que no era otra cosa que un vaso de agua, o un cafélito. Juanito, repito era muy querido en toda la zona y en esta cafetería tenía muchos y buenos amigos.
Juanito falleció y no dejó a nadie indiferente, el bicho terminó con su vida de la manera más cruel, poquito a poco y con conocimiento de causa. Todos nos preguntamos por sus hijos el día que falleció, todos nos hicimos esa pregunta porque todos sabíamos la situación de ambos, los cuales viven en una residencia supongo que bien amparado por su padre.
Hoy es tu Santo Juanito, y yo quiero ser la última voz que te felicite por ello. Antes existen muchos Iñakis, Piolines, Juanes, Julios, Ramones, Carlos, Manolos, etc….Y un mas que numeroso ejercito de amigos que aun te recuerdan, y que seguro no te olvidan.
¡¡Felicidades “miarma”!!.
Salud y libertad
1 comentario:
¡¡Qué buen corazón tienes Paco!!
A través de estas pequeñas ventanas que Inma y tú dejáis ver de vuestra vida, se puede apreciar que sois una pareja encantadora, siempre con una palabra de aliento para amigos y conocidos.
Me alegro del día que por primera vez visité tu blog y luego también fui de las primeras en visitar el de Inma. Desde ese día os visito a diario (aunque no siempre dejo mi huella). Sois encantadores.
Un beso enorme.
Marisa
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