No hace mucho salió un reportaje en La Voz de Cádiz sobre uno de esos almacenes como conocemos en Cádiz o tienda de ultramarinos que aun sobreviven. Se trata de la que se encuentra en la calle Desamparados nº 9 y que hace esquina con Puerto Chico.
Decir algo sobre esta tienda en un escueto artículo, seguro propiciará que algo se me quede en el tintero o mejor dicho en el teclado, pues ese almacén ha sido una parte importante en mi vida.
Dora la dueña, era esa señora mayor que siempre recuerdas igual, gafas negras pelo recogido y hasta el mismo tipo de vestimenta en color gris oscuro o negro. El carácter un poco agrio y sin cortarse un pelo para cuando lo veía oportuno soltarte una fresca y/o mandarte a tomar viento fresco. Yo no puedo tener malos recuerdos de ella, era una mujer fría, quizá la situación que tomó su vida fuera la causante de ese seco carácter. Como anécdota una vez le dije a mi colega Javi Deschamps que entrara a comprar tabaco, pues era y aun es un estanco, que a mi me daba vergüenza pues Dora conocía a mi familia. Me preguntó Javi que cual compraba, y yo le dije "Geopard Filter", y me fui, no veas cuando salió mi compi, después oír el rapapolvo que le había echado Dora pues esa marca de tabaco no existía…. El mismo rapapolvo que me llevé yo con el “¡vete pal carajo paco!, ¿que tabaco compro?”.
Cuando Dora dejó el negocio este lo cogió el que entró como chicuco, Miguel un soriano afincado en Cádiz. Recuerdo que tenía un mini, el color…me da a mi azul o rojo. Total Miguel cuando se hizo cargo del negocio dio un cambio brutal. Lo adecentó y lo cambió dándole una nueva imagen más agradable y dejó de ser esa tienda de mediados de siglo pasado para tener la que ahora posee. A mi me llamaba el americano o el alemán por lo rubio, y muchas cuando ve a mi pakito, dice que es el americano en chiquitito. Miguel es el culpable de la mejoría del negocio, lo dotó de productos de muy buena calidad, sobre todo el jamón. Como anécdota decir que ante Miguel teníamos una autentica calculadora humana, sumaba los precios de una manera increíble, rápida y eficaz, tanto era mi admiración sobre su técnica, que yo mismo la he practicado y me gustaba emularle, aunque nunca llegué ni a su capacidad ni su efectividad.
Y ahora el almacén lo regenta Ramón, el rubio. Este comenzó como chicuco con Dora, siendo el tercero en cuestión. Al coger las riendas Miguel, el rubio comienza a tener más estabilidad como antes dije. Miguel dio un rumbo de 180 grados al negocio y por supuesto repercutió en su asalariado. Ramón llegaba desde Chiclana en un SEAT 850, como el negocio por la tarde cerraba muy pocas horas, este descansaba en una accesoria que hay en el patio de la finca.
Ya hoy en día Miguel está felizmente jubilado y el rubio es el encargado de la tienda, todo sigue su evolución normal y espero que siga todo igual y siga siendo la mejor tienda de ultramarinos a muchos metros a la redonda sobreviviendo a supermercados y a grandes superficies. Demostrando que cuando una empresa muestra cariño y trata a los clientes como algo mas que clientes, estos negocios llegan a formar parte de las propias vidas de los vecinos, y para muestra de ello, aun perdura el almacén de Dora, el almacen de Miguel o el almacén de Ramón.
Salud y libertad
Decir algo sobre esta tienda en un escueto artículo, seguro propiciará que algo se me quede en el tintero o mejor dicho en el teclado, pues ese almacén ha sido una parte importante en mi vida.
Dora la dueña, era esa señora mayor que siempre recuerdas igual, gafas negras pelo recogido y hasta el mismo tipo de vestimenta en color gris oscuro o negro. El carácter un poco agrio y sin cortarse un pelo para cuando lo veía oportuno soltarte una fresca y/o mandarte a tomar viento fresco. Yo no puedo tener malos recuerdos de ella, era una mujer fría, quizá la situación que tomó su vida fuera la causante de ese seco carácter. Como anécdota una vez le dije a mi colega Javi Deschamps que entrara a comprar tabaco, pues era y aun es un estanco, que a mi me daba vergüenza pues Dora conocía a mi familia. Me preguntó Javi que cual compraba, y yo le dije "Geopard Filter", y me fui, no veas cuando salió mi compi, después oír el rapapolvo que le había echado Dora pues esa marca de tabaco no existía…. El mismo rapapolvo que me llevé yo con el “¡vete pal carajo paco!, ¿que tabaco compro?”.
Cuando Dora dejó el negocio este lo cogió el que entró como chicuco, Miguel un soriano afincado en Cádiz. Recuerdo que tenía un mini, el color…me da a mi azul o rojo. Total Miguel cuando se hizo cargo del negocio dio un cambio brutal. Lo adecentó y lo cambió dándole una nueva imagen más agradable y dejó de ser esa tienda de mediados de siglo pasado para tener la que ahora posee. A mi me llamaba el americano o el alemán por lo rubio, y muchas cuando ve a mi pakito, dice que es el americano en chiquitito. Miguel es el culpable de la mejoría del negocio, lo dotó de productos de muy buena calidad, sobre todo el jamón. Como anécdota decir que ante Miguel teníamos una autentica calculadora humana, sumaba los precios de una manera increíble, rápida y eficaz, tanto era mi admiración sobre su técnica, que yo mismo la he practicado y me gustaba emularle, aunque nunca llegué ni a su capacidad ni su efectividad.
Y ahora el almacén lo regenta Ramón, el rubio. Este comenzó como chicuco con Dora, siendo el tercero en cuestión. Al coger las riendas Miguel, el rubio comienza a tener más estabilidad como antes dije. Miguel dio un rumbo de 180 grados al negocio y por supuesto repercutió en su asalariado. Ramón llegaba desde Chiclana en un SEAT 850, como el negocio por la tarde cerraba muy pocas horas, este descansaba en una accesoria que hay en el patio de la finca.
Ya hoy en día Miguel está felizmente jubilado y el rubio es el encargado de la tienda, todo sigue su evolución normal y espero que siga todo igual y siga siendo la mejor tienda de ultramarinos a muchos metros a la redonda sobreviviendo a supermercados y a grandes superficies. Demostrando que cuando una empresa muestra cariño y trata a los clientes como algo mas que clientes, estos negocios llegan a formar parte de las propias vidas de los vecinos, y para muestra de ello, aun perdura el almacén de Dora, el almacen de Miguel o el almacén de Ramón.
Salud y libertad
2 comentarios:
No veas que de recuerdos..... Me encantaba ese mostrador con su barreño de garbanzos remojaos y la variedad de caracolas, palmeras, donuts, etc, etc..., en el que entraba cada mañana antes de ir pal cole.....
me levantan el bello, y asta de suelo,, estos articulos tan tienno
PAKITO. ereesss un fenomeno ke sigue evolucionando de wena manera..¡¡malegro.. coóne.¡¡
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