Haz el bien y no mires a quien

Estoy leyendo artículos, que avalado por propias teorías y que mas que evitar los odiados estereotipos los encasilla según su “verdad”, interpretan a su forma las actuaciones o como deben de ser según como escriben, o como opinan.

Confunde la izquierda con el reparto de la pobreza, creen que uno por ser de izquierdas debe de vivir sometido al reparto de su salario, que debe de practicar con el ejemplo y para criticar a los grandes capitales debe de vender su ordenador por ejemplo y con ello dar un mendrugo de pan al mendigo, mientras dice yo no doy nada que no soy de izquierdas.

Cuando un individuo ofrece su solidaridad, algunas veces vestida de dinero, otras veces de alimentos, otras veces medicinas, colabora con una ONG, o cualquier entidad, o tiene apadrinado un niño, si lo vocifera para que se entere la sociedad, me da a mí que es mentira. Me viene un refrán que me enseñó un amigo mío, por cierto de derechas llamado Juan Miguel Martín, que decía “del amor y el capital, la mitad de la mitad” Con ello quería decir que quien presumía de dinero y de amoríos había que creerle de lo que diga la mitad de la mitad.

Una persona cuando tiene buen corazón y desea colaborar con quien pide ayuda, no pregunta a quien te pide que le des un simple juguete para dárselo a un niño necesitado de juegos, que ha dado ella a esos niños. Si esa persona es una pija que solo pone su tiempo, ¡bendito sea!, el tiempo es oro. Preguntar que es el Rastrillo de Cádiz, un montón de pijos y pijas que vestidos de boutique realizan una importante labor social en pro de los niños necesitados, y Cádiz se vuelca con ellas, y Cádiz no es pija, pero si solidaria.

Voy a contar una entrevista que escuché en Punto Radio Cádiz sobre unos niños de acogidas:

Unos grupos parroquiales capitaneado por la Cofradía de la Vera- Cruz de Cádiz, desde hace algunos años buscan dinero para traer en veranos unos niños bielorrusos. El principal motivo es que durante la estancia en Cádiz de estos niños se les ayude a recuperar la salud diezmadas por el temita de Chernobil, bueno pues el encargado de organizar todo esto comentaba el trabajo que suponía el ir en su tiempo libre a las empresas a pedir colaboración monetaria, a los servicios médicos públicos y privados, a empresas que proporcionan ocio, como el aqualand… etc, decía que gracias a esto conseguían el montante necesario para poder pagar los viajes de los treinta y seis niños. En esta conversación el periodista le preguntó si el acogía a algún niño, a lo que respondió que no, que de momento el no podía por las razones que fuesen. Pues si todos los colaboradores de Cádiz le preguntara al organizador que montante da el para así dar, los niños Bielorrusos no vendrían a Cádiz, ni podrían ir al dentista, ni hacerse los oportunos chequeos médicos, etc. Pues solo lo que hacía era poner su tiempo, como el famoso cuento del juguetero y la pija.

Haz el bien y no mires a quien

Salud y libertad