San Fernando, la circunstancia y yo

Para venirme a San Fernando a vivir se dieron algunas circunstancias, aunque Inma y yo ya habíamos dado una entrada para un piso en Puerto Real, mis suegros al irse a vivir al casco antiguo de Cádiz, nos ofrecieron la casa que dejaban en extramuros para nosotros, y así lo hicimos, la promotora nos devolvió las cantidades entregadas y con ese dinero pagamos nuestro nuevo mobiliario.

Pero anteriormente a esto, yo había solicitado a la administración local uno de esos pisos que ofrecen en venta para los que están empadronados en Cádiz y construyen para que los ciudadanos no tengan que marcharse a vivir fuera de la ciudad. Estando casado y viviendo en la casa que nos cedió mis suegros, me llamaron desde Procasa diciendo que aunque no me hubiera sido adjudicado en el pertinente sorteo y por haber estado en la reserva tenía la opción de comprar un apartamento de un dormitorio mas salón cocina…. de VPO de alguno que lo había desechado

Me interesé lógicamente pero cuando lo vi pensé que no era lo que yo ya estaba buscando, me quedaba pequeño para mis pretensiones familiares. Pero a todo esto algunos me decían que lo comprara, que me empadronara en dicha vivienda como estaba reglado durante los siguientes cuatro años y aunque no viviera allí lo alquilara en negro a maestros, funcionarios, etc. ¡Que va! Yo no podía hacer eso y no era por dinero, estamos hablando de tres millones de pesetas hace diez años, pero pensar que le quitaba la posibilidad a una persona o familia que de verdad lo necesitaba me daba puñaladas en mi conciencia. Total, aunque no fuera mío, yo tenía mi propia casa. Esto que yo hice se llama solidaridad, no como quiso hacer uno que yo conozco que vive en las afortunadas y que exigió, y le dieron un mojón, una vivienda de VPO para sus épocas estivales aduciendo que era hijo de Cádiz, claro queda que afortunadamente con la escasez de viviendas que hay en Cádiz no se la van a dar a uno que ya la posee o poseía en su lugar de hábitat.

Pues después de presenciar un accidente mortal desde la terraza de mi antigua casa, y que la desafortunada victima no tendría más de catorce años, fue cuando mirando a mi hija entonces prácticamente un bebé, Inma y yo nos dijimos que nos teníamos que ir de esa casa y de esa transcurrida calle. Corría el mes de julio del año 2000, cuando dejamos el pisito de Cádiz para venirnos a La Isla en busca de lo que ahora tenemos, tranquilidad.

Ni tenemos la idea de volver a vivir en la que es nuestra ciudad, Cádiz, pero eso no es motivo para y si algún día se nos presenta la oportunidad y la vemos factible volver a la tierra que a ambos nos vio crecer. Vivimos en San Fernando y no despotricamos de nuestra tierra, la vida hay que afrontarla, y vivirla de la mejor manera posible. Y no porque ciudadanos hayan tenido la suerte de poder comprarse un piso de protección en condiciones en Cádiz, tengo que poner a parir a las administraciones o al ciudadano afortunado.

No voy a decir que San Fernando para mi es mejor ni siquiera igual que mi Cádiz si lo dijera mentiría, pero también es justo decir que en San Fernando se vive sinceramente bien, lógicamente se echa de menos los paseos por la Alameda, por la calle Ancha, la Caleta o Canalejas o el paseo Marítimo, pero como la distancia de mi casa al centro de Cádiz es de media hora tampoco es problema. Pero que se sepa que La Isla también tiene sus encantos y muchos, y como una imagen vale mas que mil palabras, ahí os pongo un video que he realizado a raíz de unas fotos que me han sido enviadas.

Espero que os guste.

Salud y libertad