Yo siempre me he buscado la vida para sacarme unos durillos y aun siendo un aprendiz de jardinero, ya empecé a dedicarme particularmente a esos menesteres para sacarme unos cuartos. Uno de esos trabajos era para una comunidad de propietarios en la Avenida de Cádiz, con unos parterres en plena acera de césped, unos palmeritas y poco mas. Yo solo iba a segarlo, regarlo y algún que otro mantenimiento, cobraba mensualmente y tan contentos, de esto puede hacer más o menos dieciocho años.
Un día no pude acceder al cuartito a donde se guardaban los aperos de jardinería pues la llave del cuarto de herramientas no estaban en su lugar de origen, a lo que llamé a la presidenta por el telefonillo y esta me dijo.- La tiene Manuel el del, digamos, segundo C. Llamé al segundo C me respondió Manuel un hombre mayor al que yo ya conocía y nos saludábamos con cordialidad con unas buenas tardes y o un simple hasta luego, y dije:
- ¿Manuel?
- ¡Si!, me respondió.
- Soy Paco el jardinero, que me han dicho que usted cogió las llaves del cuarto de las herramientas y las necesito para entrar.
- Las tiene el de la tienda de ultramarinos de al lado, pídeselas de mi parte.
- Vale gracias, le dije.
- ¡Oye!, alzando la voz me dice y prosigue, Jardinero….
- Dígame, le respondo
- ¿yo he comido contigo?
Yo me quedo perplejo, pues no se por donde van los tiros me vuelve a decir.
- Que si yo no me he sentado a comer contigo, que no se te olvide, para ti soy Don Manuel……
Me tocó los cojones, me puse "colorao" como un tomate y me di la vuelta para el telefonillo y solo le dije, que si quería que le llamaran de Don, lo menos que tenía que hacer es llamar por su nombre a las personas y que por supuesto no le iba a llamar de Don, porque no me daba la gana, porque ni sabía quien era, ni era ni me interesaba, mientras el como un energúmeno me amenazaba diciéndome que no sabía con quien me la estaba jugando y otras barbaridades.
Sin responderle y dejándole con la palabra en la boca me fui para la tienda pedí la llave comenté lo que me había ocurrido y me dijo el dueño de esa tienda que como ese había algunos en el bloque, y que ese particularmente era un militar de alta graduación ya retirado del acuartelamiento que había allí al lado. Hice mi trabajo ese día y luego llamé a la presidenta y le dije que me preparara la cuenta, que yo no tenía que soportar pamplinas de un facha asqueroso que seguramente ahora estará a la derecha de su amo en el valle de los caídos, por que a mi nadie de esa comunidad me tenía que recriminar nada que no fuera relacionado con lo que era mi trabajo.
La señora me dijo que es lo mejor que podía hacer, pues seguramente el desplante que le había echo yo a ese Manuel con el don de la rima de cabrón, iba a conllevar carros y carretas en la relación tripartita, jardinero, comunidad y ese tiparraco.
Cobré lo que me pertenecía, y allí se quedó er manué seguramente despotricando del país, de la falta de disciplina castrense y de la madre que pariría al jardinero. Mientras tanto yo seguí mi trabajo en mis jardines de Varela que era a donde estaba destinado por aquel entonces y más ancho que pancho y sin más penas que glorias.
Salud y libertad
Un día no pude acceder al cuartito a donde se guardaban los aperos de jardinería pues la llave del cuarto de herramientas no estaban en su lugar de origen, a lo que llamé a la presidenta por el telefonillo y esta me dijo.- La tiene Manuel el del, digamos, segundo C. Llamé al segundo C me respondió Manuel un hombre mayor al que yo ya conocía y nos saludábamos con cordialidad con unas buenas tardes y o un simple hasta luego, y dije:
- ¿Manuel?
- ¡Si!, me respondió.
- Soy Paco el jardinero, que me han dicho que usted cogió las llaves del cuarto de las herramientas y las necesito para entrar.
- Las tiene el de la tienda de ultramarinos de al lado, pídeselas de mi parte.
- Vale gracias, le dije.
- ¡Oye!, alzando la voz me dice y prosigue, Jardinero….
- Dígame, le respondo
- ¿yo he comido contigo?
Yo me quedo perplejo, pues no se por donde van los tiros me vuelve a decir.
- Que si yo no me he sentado a comer contigo, que no se te olvide, para ti soy Don Manuel……
Me tocó los cojones, me puse "colorao" como un tomate y me di la vuelta para el telefonillo y solo le dije, que si quería que le llamaran de Don, lo menos que tenía que hacer es llamar por su nombre a las personas y que por supuesto no le iba a llamar de Don, porque no me daba la gana, porque ni sabía quien era, ni era ni me interesaba, mientras el como un energúmeno me amenazaba diciéndome que no sabía con quien me la estaba jugando y otras barbaridades.
Sin responderle y dejándole con la palabra en la boca me fui para la tienda pedí la llave comenté lo que me había ocurrido y me dijo el dueño de esa tienda que como ese había algunos en el bloque, y que ese particularmente era un militar de alta graduación ya retirado del acuartelamiento que había allí al lado. Hice mi trabajo ese día y luego llamé a la presidenta y le dije que me preparara la cuenta, que yo no tenía que soportar pamplinas de un facha asqueroso que seguramente ahora estará a la derecha de su amo en el valle de los caídos, por que a mi nadie de esa comunidad me tenía que recriminar nada que no fuera relacionado con lo que era mi trabajo.
La señora me dijo que es lo mejor que podía hacer, pues seguramente el desplante que le había echo yo a ese Manuel con el don de la rima de cabrón, iba a conllevar carros y carretas en la relación tripartita, jardinero, comunidad y ese tiparraco.
Cobré lo que me pertenecía, y allí se quedó er manué seguramente despotricando del país, de la falta de disciplina castrense y de la madre que pariría al jardinero. Mientras tanto yo seguí mi trabajo en mis jardines de Varela que era a donde estaba destinado por aquel entonces y más ancho que pancho y sin más penas que glorias.
Salud y libertad
6 comentarios:
Hola, vine de rebote desde... bueno, no me acuerdo.
He leído tu historia... desgraciadamente hay mucha gente así.... creen que son superiores a los demás, sin embargo siempre quedan por debajo.
El que grita, el que pretende ganar el respeto de los demás por la fuerza... no sabe lo poco que tiene. Sobre todo no se da cuenta de que carece de algo fundamental en esta vida: la dignidad. De la que creo, que tú estás sobrado.
Un beso, cielo.
Natacha.
Sin llamarte "cielo"; aunque lo seas, porque no es mi costumbre, te diré que opino lo mismo que Natacha. Un saludo Natacha.
Afortunadamente ya quedan menos de estos "seres" que por el cargo -en muchos casos insignificante- que ocupan, se creen superiores.
La mayor parte de las veces, son personas reprimidas por jefes o cónyuges, que intentan pisotear –y a veces consiguen- a las personas que suponen de inferior “rango”.
El rango no lo da el cargo, lo da la calidad humana y el tratar con respeto a las personas, no degrada, más bien al contrario. El respeto se gana al regalarlo.
El tal Manuel, - ni Manolo para los amigos porque seguramente no los tenga- se quedó con su rabieta y prepotencia y tu con tu orgullo intacto de jardinero y persona.
Gracias por tu opinión en mi blog.
Felicidades por ser como eres y por tener la suerte de vivir en la ciudad con la luz más maravillosa que se puede soñar.
Un abrazo.
Marisa "Gadisoletana"
Como sabrás y ya conté en una ocasión, he estado trabajando dos años y medio en San Fernando (tu otra tierra, en la oficina de la zona azul) y allí he tenido que aguantar a tipos de esta calaña que en la frente llevaban escrito "soy militar y aquí mando yo". Un despotismo descomunal y una mala educación que daba asco. A esta gente hay que torearlos y darles en la frente bien fuerte, para que aprendan...
Por cierto, Jardi, tengo tu DVD esperando at home. Cuando quieras nos vemos y te lo llevas. Ah!! Ya corregí también el pataso de La Pepa...tantas leyes y constituciones en la cabeza...
Un abrazo desde el Campo del Sur
Hay que ser gilipoya. Menos mal que ya van quedando menos.
Pero que mentiroso eres, tu te arrastras màs que una serpiente, no llamas Don a nadie y cargas pasos en semana santa, te deleitas con las marchas militares y le arreglas el jardin por dos duros a màs de un millonario, no sè si facha o de la familia de Anguita, da igual, lo haces y sin factura para regocijo del pudiente que se ahorra muchos gastos administrativos con tus servicios.
Jose Luis Lorente.
Por contestar a este último, o sea al que firma como José Luis lorente que no se quien es pues no conozco, pero parece ser que el a mi si me conoce.
Yo nunca he dicho que no llame de Don a nadie, yo llamo de Don a quien yo considero oportuno y cuando lo creo oportuno.
Cuando he cargado pasos nunca he ido al capataz llamandole de Don fulanito, así que no se que quieres decir con esa mentirosa afirmación que tu haces. Sobre que me gustan las marchas militares, lo mas parecido militarmente que me pueda gustar mas o menos es la salve marinera y porqué me la aprendí en el cuartel, para tu conocimiento, ni la marcha real o himno nacional
Y no trabajo por dos duros, tenlo claro, yo cuando hago un chapú cobro lo convenido, y para que te quede claro actualmente a un maestro de escuela y un enfermero.
No me suelo arrastrar por dos duros, pero a lo mejor por mas si lo haría, que no te quepe la menor duda.
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