Para continuar y con la intención de hacer una trilogía, voy a proseguir con otra historia que va al hilo de la anterior. Pinchar aquí…
Como muchos sabrán durante un tiempo estuve trabajando para mi sindicato por lo que fui liberado para esos menesteres. Hace ya unos años un grupo de trabajadores laborales nos encerramos en la sede sindical mientras que tres compañeros se ponían en huelga de hambre por desavenencias con la empresa y tal.
Bueno en esos días a la sede acudían gentes de toda índole, compañeros sobre todo, de otras empresas, medios de comunicación, políticos de la oposición, etc...Eso era un ir y venir pues todos a una forma u otra venían a interesarse de cómo iba el tema en cuestión.
Al tiempo, recuerdo que un día mientras realizaba gestiones por la casa Consistorial, un político de un partido de Izquierdas que era uno de los que subía a interesarse de la movilzación, llamémosle….. Hilario, comenzó a hablar conmigo de tu a tu de la necesidad de que los trabajadores por razones obvias votasen a su partido. Yo mas o menos le dije que nuestro sindicato no quiere vinculación política con ningún partido, que yo particularmente votaba a ese partido y lo sigo haciendo. Me apresuré y le dije que no íbamos a decantarnos por nadie, otra de las cosas que me comentó fue que los trabajadores votantes debíamos de ser militantes pues era el único recurso económico que tenía ese partido político, y para llegar un poco mas al poder se necesitaba inyecciones de capital que por lo visto solo le proviene de las cuotas. Lo dejamos yo lo comenté a mis compañeros y sanseacabó.
Al tiempo en otra movilización esta vez del personal Funcionario hizo lo mismo, se acercaba a la sede, hacía charlas muy cordiales con los compañeros Funcionarios y todo muy bien, hasta que.
Uno de estos compañeros ante tanta cordialidad que mostraba con una amistad hecha y que el “ya sabéis lo que queráis, venís y me lo pedís, que haré lo que pueda”, era su frase favorita, ocurrió el siguiente dialogo en la puerta del Ayuntamiento con un compañero que bien se podía llamar Manuel
- Hasta luego Manuel, dice el Concejal
- Adiós Hilario, responde Manuel.
Se da la vuelta y le dice
- Manuel, soy Don Hilario.
Como bien ha dicho Manuel Rubiales, dirigentes políticos municipales algunos son para echarle de comer a parte.
Yo siempre me acuerdo de un chiste de Chiquito de la Calzada que relataba a un Concejal de Cuenca con su coche en Madrid, mientras que un policía lo multaba este Concejal decía:
Como muchos sabrán durante un tiempo estuve trabajando para mi sindicato por lo que fui liberado para esos menesteres. Hace ya unos años un grupo de trabajadores laborales nos encerramos en la sede sindical mientras que tres compañeros se ponían en huelga de hambre por desavenencias con la empresa y tal.
Bueno en esos días a la sede acudían gentes de toda índole, compañeros sobre todo, de otras empresas, medios de comunicación, políticos de la oposición, etc...Eso era un ir y venir pues todos a una forma u otra venían a interesarse de cómo iba el tema en cuestión.
Al tiempo, recuerdo que un día mientras realizaba gestiones por la casa Consistorial, un político de un partido de Izquierdas que era uno de los que subía a interesarse de la movilzación, llamémosle….. Hilario, comenzó a hablar conmigo de tu a tu de la necesidad de que los trabajadores por razones obvias votasen a su partido. Yo mas o menos le dije que nuestro sindicato no quiere vinculación política con ningún partido, que yo particularmente votaba a ese partido y lo sigo haciendo. Me apresuré y le dije que no íbamos a decantarnos por nadie, otra de las cosas que me comentó fue que los trabajadores votantes debíamos de ser militantes pues era el único recurso económico que tenía ese partido político, y para llegar un poco mas al poder se necesitaba inyecciones de capital que por lo visto solo le proviene de las cuotas. Lo dejamos yo lo comenté a mis compañeros y sanseacabó.
Al tiempo en otra movilización esta vez del personal Funcionario hizo lo mismo, se acercaba a la sede, hacía charlas muy cordiales con los compañeros Funcionarios y todo muy bien, hasta que.
Uno de estos compañeros ante tanta cordialidad que mostraba con una amistad hecha y que el “ya sabéis lo que queráis, venís y me lo pedís, que haré lo que pueda”, era su frase favorita, ocurrió el siguiente dialogo en la puerta del Ayuntamiento con un compañero que bien se podía llamar Manuel
- Hasta luego Manuel, dice el Concejal
- Adiós Hilario, responde Manuel.
Se da la vuelta y le dice
- Manuel, soy Don Hilario.
Como bien ha dicho Manuel Rubiales, dirigentes políticos municipales algunos son para echarle de comer a parte.
Yo siempre me acuerdo de un chiste de Chiquito de la Calzada que relataba a un Concejal de Cuenca con su coche en Madrid, mientras que un policía lo multaba este Concejal decía:
- Mire usted, que yo soy Concejal de Cuenca
Y respondió el poli
- Un Concejal de Cuenca en Madrid es una mierda
- Y allí también, dijo el Concejal.
Pero muchos se creen sean del partido que sean que son algo mas que tu, y al revés están para servirte. Menos mal que este ya no está, como dijo Pernu, en un comentario del anterior articulo, “Menos mal que ya van quedando menos.”
Salud y libertad
2 comentarios:
Como decía mi padre, en este pais le das a un tonto una gorra y un pito y se cree ministro, ya ni te cuento si al mismo tonto le das una concejalía... Qué asquito, Paco, qué asquito...
Por la comarca donde vivo yo hay mucho concejal que no está para servir, precisamente.
Hay tantas cosas que deberían cambiar... y que no cambian.
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