A veces pienso porque puñetas no tenemos un gobierno tan de trabajadores, que se identifique tanto con estos, para que sepan llegar a fin de mes tras rebuscar en lo mas hondo de sus posibilidades. De los que quitan ponen y posponen gastos establecidos para agotar una nomina el tiempo necesario para poder llegar a la siguiente y así sucesivamente.
Y digo esto porque yo no se sobre que clase alta va a recaer la subida de los impuestos, y no es que yo esté en contra, si no en sobre quienes realmente van a recaer su aplicación.
Van a quitar del tirón los famosos cuatrocientos euros, dinero que repercute en las economías familiares y que redundan desfavorablemente con los que menos tienen. Una simple proporción matemática nos hace ver que esa cantidad fija, quien cobra veinte mil euros anuales, posee mas porcentaje total sobre quien cobra el doble, triple, etc.
Del mismo modo la subida de dos puntos del IVA y que estos son de aplicación sobre los productos, en las economías menores al final es más porcentaje que a los que poseen economías mas elevadas. Y sobre esto si toda factura fuese posteriormente desgravada en las pertinentes declaraciones anuales, a lo mejor si podría pensar que a los de menor rentas les acabaría deduciendo, pero no. En este país no quieren saber nada de facturas, prefieren unas empresas globalizadas económicamente en beneficios preestablecidos, las cuales pueden superarse. A que se tenga a través de los trabajadores una fiscalización con las correspondientes facturas.
Y es por eso que veo como desde los sindicatos callan y emulan la película a la que pongo título a este artículo, y mas cuando se están tocando los bolsillos de los asalariados que repercuten en las familias menos favorecidas con estas actuaciones económicas, que repito necesarias para no dejar desamparados socialmente a los desempleados y los gastos necesarios de el país. Pero que todavía estén callados viendo como nos enteramos de los increíbles montantes que se están repartiendo consejeros y banqueros, que roza si no es que llena totalmente lo surrealista
CC.OO y UGT se han convertido en sindicatos de acomodados, quizás tampoco interesa que se sepa el capital de algunos de ellos y por eso no quieren hacer ruido, a su vez hacen oídos sordos y no quieren ver que la gente se está mosqueando por el falderismo que se tiene con el gobierno. Los sindicatos no solo tienen que negociar las subidas salariales de los funcionarios o las retribuciones de los pensionistas para tenerlos callados, si no que tiene que mostrar su repulsa a esta acción “asocial” que pronto se va a aprobar si no se remedia y que va a mermar las rentas de los trabajadores. Y las tiene que mostrar informando a sus afiliados y a los trabajadores en general como va a repercutir y de que injusta manera, mientras que el gobierno a las rentas altas no son capaces de meter mano y con ello poder evitar que este en país se esté volviendo a tener dos clases trabajadoras, la alta y la baja.
Salud y libertad
Y digo esto porque yo no se sobre que clase alta va a recaer la subida de los impuestos, y no es que yo esté en contra, si no en sobre quienes realmente van a recaer su aplicación.
Van a quitar del tirón los famosos cuatrocientos euros, dinero que repercute en las economías familiares y que redundan desfavorablemente con los que menos tienen. Una simple proporción matemática nos hace ver que esa cantidad fija, quien cobra veinte mil euros anuales, posee mas porcentaje total sobre quien cobra el doble, triple, etc.
Del mismo modo la subida de dos puntos del IVA y que estos son de aplicación sobre los productos, en las economías menores al final es más porcentaje que a los que poseen economías mas elevadas. Y sobre esto si toda factura fuese posteriormente desgravada en las pertinentes declaraciones anuales, a lo mejor si podría pensar que a los de menor rentas les acabaría deduciendo, pero no. En este país no quieren saber nada de facturas, prefieren unas empresas globalizadas económicamente en beneficios preestablecidos, las cuales pueden superarse. A que se tenga a través de los trabajadores una fiscalización con las correspondientes facturas.
Y es por eso que veo como desde los sindicatos callan y emulan la película a la que pongo título a este artículo, y mas cuando se están tocando los bolsillos de los asalariados que repercuten en las familias menos favorecidas con estas actuaciones económicas, que repito necesarias para no dejar desamparados socialmente a los desempleados y los gastos necesarios de el país. Pero que todavía estén callados viendo como nos enteramos de los increíbles montantes que se están repartiendo consejeros y banqueros, que roza si no es que llena totalmente lo surrealista
CC.OO y UGT se han convertido en sindicatos de acomodados, quizás tampoco interesa que se sepa el capital de algunos de ellos y por eso no quieren hacer ruido, a su vez hacen oídos sordos y no quieren ver que la gente se está mosqueando por el falderismo que se tiene con el gobierno. Los sindicatos no solo tienen que negociar las subidas salariales de los funcionarios o las retribuciones de los pensionistas para tenerlos callados, si no que tiene que mostrar su repulsa a esta acción “asocial” que pronto se va a aprobar si no se remedia y que va a mermar las rentas de los trabajadores. Y las tiene que mostrar informando a sus afiliados y a los trabajadores en general como va a repercutir y de que injusta manera, mientras que el gobierno a las rentas altas no son capaces de meter mano y con ello poder evitar que este en país se esté volviendo a tener dos clases trabajadoras, la alta y la baja.
Salud y libertad
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