Es algo alabable que un grupo de personas muestren su disconformidad sobre algo llenando en masa las calles con sus pensamientos, con sus octavillas, con sus eslóganes…. La libertad de expresar las diferentes opiniones es algo tan importante que sin ella jamás podríamos decir nada contrario a la voz, cuando se crea única y veraz.
Tomar las calles es una forma de lucha y para eso están para airear a los cuatro vientos nuestras inquietudes y nuestros pensamientos. El derecho a reunirnos en pos de cualquier causa es un derecho innegociable cuando, este no va en detrimento de elementos fundamentales de cualquier derecho.
Pero también hay que ser consciente y saber a quien se invita a que te apoyen en una causa. A una manifestación de trabajadores que están luchando por no cerrar, no creo que sea lógico invitar a participar al abogado que está defendiendo a la empresa para su cierre. O a una manifestación de empresarios por el despido libre a un peón albañil entre otras cosas.
Que en Madrid se hayan reunido la creme de la creme en pos del “No al aborto” me parece genial, pues valoro el sentido de reunirse ante un ideal y ante una causa que por mi parte merece el derecho a luchar por ella. Pero que entre ellos, entre esos manifestantes vaya un presidente que en sus espaldas cuelga una de las peores guerras que aun existen, que no hizo caso a miles y miles de manifestantes que pedían un “No a la guerra” y que hizo caso omiso a la inmensa mayoría del pueblo español, y prefirió ningunear los deseos de su pueblo y poner los pies en la mesa del despacho oval mientras jugaban al Risk.
Flaco favor hacen algunos en acudir en defensa de alguien o en defensa de una causa a la que consideren acertada o justa, pero hoy la noticia curiosa puede ser “mientras en Irak han muerto mas de medio millón de personas y aun siguen muriendo diariamente por una mentira de Aznar entre otros, este se manifiesta a favor de la vida”.
Salud y libertad
Tomar las calles es una forma de lucha y para eso están para airear a los cuatro vientos nuestras inquietudes y nuestros pensamientos. El derecho a reunirnos en pos de cualquier causa es un derecho innegociable cuando, este no va en detrimento de elementos fundamentales de cualquier derecho.
Pero también hay que ser consciente y saber a quien se invita a que te apoyen en una causa. A una manifestación de trabajadores que están luchando por no cerrar, no creo que sea lógico invitar a participar al abogado que está defendiendo a la empresa para su cierre. O a una manifestación de empresarios por el despido libre a un peón albañil entre otras cosas.
Que en Madrid se hayan reunido la creme de la creme en pos del “No al aborto” me parece genial, pues valoro el sentido de reunirse ante un ideal y ante una causa que por mi parte merece el derecho a luchar por ella. Pero que entre ellos, entre esos manifestantes vaya un presidente que en sus espaldas cuelga una de las peores guerras que aun existen, que no hizo caso a miles y miles de manifestantes que pedían un “No a la guerra” y que hizo caso omiso a la inmensa mayoría del pueblo español, y prefirió ningunear los deseos de su pueblo y poner los pies en la mesa del despacho oval mientras jugaban al Risk.
Flaco favor hacen algunos en acudir en defensa de alguien o en defensa de una causa a la que consideren acertada o justa, pero hoy la noticia curiosa puede ser “mientras en Irak han muerto mas de medio millón de personas y aun siguen muriendo diariamente por una mentira de Aznar entre otros, este se manifiesta a favor de la vida”.
Salud y libertad
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