Ubrique, yo y mi campamento

El otro día, quizás gracias a una invasión de nostalgia infantil promovida por el campamento de verano de mi hija, estuve intentando recordar mis peripecias y aventuras en las colonias de verano al que acudí allá por el año 1980.

Fueron dos años consecutivos, el primero de ellos recuerdo que mi señora madre había oído algo por la Radio, mas concretamente en Radio Cádiz, lo cual ella me dijo que llamara y me cerciorara de lo que habían anunciado, y eso hice llamé y pregunté por el anuncio que habían dicho de colonias infantiles, y después de rebuscar en los infórmenes, el que me atendió telefónicamente me dijo que eran unas colonias infantiles que promovía Caritas Diocesanas.

Y allí fuimos mi madre y yo a la sede de Caritas que está en el Obispado de Cádiz, en el cual nos dijeron que había cupo, pero ya se había cerrado el que financiaban ellos, o sea el gratuito cien por cien o de gañote………¡pero! nos dijo que pagando podía ir y que fuese a hablar con el Padre José, nuestro Párroco, que a lo mejor el nos ayudaba en alguna cantidad, ¡y así fue! Nos ayudó con la mitad y según me ha dicho mi “mumá” en estos días el total eran tres mil pesetas, por lo que a mi madre solo le tocó pagar mil quinientas o lo que es lo mismo 9 euros.

Al año siguiente ya fui de gañote total, pues ya como buen gaditano en los tiempos previos iba casi a diario a preguntar cuando comenzaba la inscripción, para no perder esa oportunidad.

Los dos años fui a Ubrique, una hermosa localidad de la provincia de Cádiz, dormíamos en un colegio, creo recordar que uno se llamaba Francisco Franco y el otro Reina Sofía. Para ir nos proporcionaron unos tenis tórtolas, un bañador azul y una gorra también azul, y ambas veces fui en la primera quincena de Julio.

Allí íbamos con unos monitores, que no recuerdo muy bien, solo recuerdo al “willi” y de una monitora que la he visto vinculada a la Iglesia de el Carmen de Cádiz. De mis compañeros de viaje, solo a algunos de la Chirigota de Puntales y pocos más, iban gente de San Fernando, y de un pueblo de Arcos que creo que era Gibalbín.

Allí teníamos unos horarios y unas actividades, recuerdo tener que cantar e izar la bandera, y también la bajada, cantar “….ven camarada ven a comer”, antes de hacerlo…y un montón de cosas diarias. Nos unían en grupos de diez, el primero que estuve se llamó grupo “coronas” y me toco por sorteo ser su capitán, al año siguiente el nombre era Bugi bugi.

Pero de todo lo que mejor me acuerdo era la piscina, a ella íbamos todos los días por la mañana, era una piscina grande con un trampolín de madera flexible. Desde allí no parábamos de lanzarnos al agua. También había otra piscina más pequeña pero que lógicamente no usábamos.

Total, no es comparable a una mili ni mucho menos, pero en esos campamentos aprendíamos a defendernos solo, a ser autosuficiente, hasta teníamos que racionar el dinero que llevábamos para los paseos de las tardes. Con doce o trece años, viví dos veces quince días, que en mi memoria, y si no llega el alemán alzheimer, nunca olvidaré.

Por eso tenía que volver a la piscina, enseñar a mi hija a donde yo fui de campamento y recordar esa parte de mi infancia, y aunque la instalación ha mejorado sigue siendo la misma aunque ya no tenga trampolín, la piscina infantil haya sido cambiadas de lugar y hayan puesto una piscina cubierta.

Solo eso tenía que hacer y visto lo bueno y la calidad de la instalación prometo volver y del mismo modo os animo a todos a que la conozcáis, merece la pena.

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Vista general de la Instalación

Vaso infantil

Vaso principal

Al fondo, en la cristalera la piscina cubierta